Josefina ¿presidenta?
Junio 22, 2011
Opinión / Columna publicada en El Occidental
Por Joel Díaz García
No soy partidario, ni me agrada el procesamiento político a través de la visión de género. Soy un ferviente creyente de la equidad entre los géneros, aunque, ciertamente, entiendo que su llegada al ámbito público de nuestro país, es una respuesta necesaria y obligada frente a un México plagado de muchos prejuicios, entre los que destaca la visión asimétrica y de dominación sobre las mujeres. Tal vez por ello es curioso que muchos se pregunten hoy en día ¿si el país está preparado ya, para que gobierne una mujer?
En estricto sentido, si fuéramos un régimen democrático consolidado, con principio de igualdad activo, esa pregunta sería absurda. Pues en estricto sentido el tema de elegir un gobernarte no debería estar determinado por el género, es decir, si es hombre o mujer; sino lo trascendental sería su trayectoria, capacidad y la visión frente a los problemas sociales. No tengo duda alguna que en nuestro país hay mujeres capaces de estar al frente de cualquier responsabilidad, incluidas, por supuesto, las políticas. En lo personal espero poder ver, en el transcurso de mi vida, la llegada de una mujer a la Presidencia, no por una cuestión de género, obvio, sino porque eso ayudaría mucho a cambiar la visión cultural que señala que las mujeres no pueden, ni deben; a romper con esa absurda idea que ubica a la mujer como poder "detrás del trono"; a desterrar esa visión que asocia a mujer pública con prostituta; a ampliar los horizontes y ver que el papel de las mujeres va más allá de ser madres.
Muchos creen que la posibilidad de que una mujer gobierne nuestra nación está cancelada por el arraigado machismo mexicano y la profunda cultura de la virilidad existente. Es sociológicamente sabido que en el seno familiar mexicano se cultiva fuertemente la masculinidad, como eje central sobre el que debe girar la vida de toda mujer. No obstante, experiencias de otras naciones nos dicen que aún en países con una carga misógina mayor a la nuestra, han llegado a gobernar mujeres. Es el caso de la India donde el nacimiento de una mujer es símbolo de infelicidad y oscuridad, no obstante, Indira Gandhi encabezó el gobierno en dos periodos: de 1966 a 1977 y de 1980 a 1984.
En México son pocas las experiencias de mujeres al frente de gobiernos, tan sólo seis mujeres han sido gobernadoras: Griselda Álvarez en Colima, Beatriz Paredes en Tlaxcala, Dulce María Sauri e Ivonne Ortega en Yucatán, Rosario Robles en el Distrito Federal y Amalia García en Zacatecas. Asimismo, sólo cuatro mujeres han sido aspirantes a la Presidencia: Rosario Ibarra, Marcela Lombardo, Cecilia Soto y Patricia Mercado. Ninguna de ellas tuvo posibilidades reales de llegar a la misma, pues no fueron postuladas por alguno de los principales partidos políticos.
Pero hoy parece estarse configurando un escenario diferente, pues dentro de uno de los principales partidos políticos, Acción Nacional, hay una mujer con deseos de ocupar la primera magistratura del país. Esa mujer se llama Josefina Vázquez Mota, actual coordinadora de la fracción parlamentaria del PAN en la Cámara de Diputados. Muchos no han tomado en serio sus aspiraciones, pero las encuestas de opinión empiezan a decir que es a alguien que hay que seguirle la huella. Consulta-Mitofsky destacó a principios de junio que Josefina pasó del 17% de las preferencias, que tenía en enero, al 29% en mayo. Posicionándose con ello en segundo lugar entre los aspirantes presidenciales (superada solamente por Santiago Creel). Esa misma casa encuestadora señaló también que su conocimiento entre el electorado general subió de 44 a 51 por ciento.
Por otro lado, la encuesta de la BGC de Ulises Beltrán y Asociados, de 20 de junio, reporta a Josefina como puntera en las preferencias electorales entre panistas. Asimismo, señala que es la precandidata de Acción Nacional que mejor impresión causa entre la población. Un dato interesante de esa encuesta es el que señala que el 55% de la población se dice lista para tener una mujer presidenta y 46% que sería mejor para el país que una mujer tomara el liderazgo.
Ciertamente falta mucho camino que recorrer para que Josefina logre obtener la candidatura presidencial de su partido, no obstante, los datos actuales son indicativos de que está en la competencia, aún cuando muchos la daban por descontada. Vázquez Mota tiene a su favor que no muestra un discurso antipriísta exacerbado y que su planteamiento, hasta hoy, es de una visión incluyente y tolerante. También tiene a su favor que se le considera la candidata outsider de la competencia, pues no goza del respaldo y bendición presidencial. Una eventual postulación de su candidatura la puede hacer un fuerte aspirante a la presidencia, pues el tema de género puede operar a su favor.
No sé si Josefina logre el objetivo que se ha propuesto, lo que sí sé, es que la posibilidad real de una mujer presidenta, permite retomar el tema de la participación de las mujeres en las decisiones sociales, como condición básica de justicia. Soy un convencido que la participación activa de la mujer, en todos los aspectos sociales, nos permitiría tener una mejor sociedad. Al final del día sería increíble que todos aprendiéramos que las diferencias entre seres humanos no son biológicas, de raza, económicas o ideológicas, sino simplemente de virtud.
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