El repunte de Josefina Vázquez Mota es un hecho irrefutable

Junio 24, 2011

Artículo publicado en Reforma
Por Paz Fernández Cueto

El repunte de Josefina Vázquez Mota es un hecho irrefutable, al rebasar a Santiago Creel con un punto porcentual, 40% y 41% respectivamente, según revela la última encuesta presentada por BGC Excélsior, en un comparativo de las preferencias efectivas en población con teléfono en su vivienda, realizado el 20 de junio de 2011. A su vez Consulta Mitofsky revela el crecimiento de Josefina entre los simpatizantes panistas. Mientras en febrero el 17% se manifestaba a su favor, tan solo tres meses después el 29% apoya su candidatura presidencial, ubicándola a ocho puntos de distancia de Santiago Creel, puntero en las preferencias internas de su partido, con el 37%.

Visto lo anterior, dos preguntas nos saltan de inmediato más allá de inclinaciones personales respecto a candidatos o partidos. La primera es si Josefina representa una ventaja adicional a Acción Nacional para ganar la contienda del 2012, y la segunda, si México está preparado para ser gobernado por una mujer. Empecemos por analizar la primera posibilidad, sin la cual, inútil sería imaginar siquiera la segunda, es decir, si Josefina como candidata mujer y con las características que le acompañan sería capaz de atraer no solo a los votantes de su partido, sino también a esa masa informe de indecisos que en su momento inclinarían la balanza a favor del blanquiazul.

El gran reto que enfrenta el PAN para el 2012, sin poder darse el lujo de equivocarse, es seleccionar al candidato adecuado; una elección inteligente deberá inclinarse hacia aquel que posea mayores posibilidades de éxito, ventajas adicionales que contrasten con las de candidatos posicionados mediáticamente como Peña Nieto, con liderazgos mesiánicos como el de López Obrador, o con posturas populistas como la de Marcelo Ebrard.

Ciertamente Josefina posee cualidades que la han hecho capaz de asumir cargos relevantes en la administración pública. Habilidades de gestión, de interlocución o de gobierno que deberán ser analizadas a profundidad. Sin embargo, más allá de cuestiones de género que no comparto, creo que en este momento ser mujer le representa a Josefina una gran ventaja al proyectarse a través de su persona la imagen del gobernante que reclama el pueblo mexicano, harto ya de políticos corruptos ligados a herencias del pasado.

La mujer se percibe en general más honesta, aunque no necesariamente ni en todos los casos lo sea, sin embargo, representa una visión más integral y compasiva de la vida, ligada la capacidad natural del sexo femenino de identificar los problemas de la vida cotidiana y encontrar soluciones prácticas. Nos importa la macroeconomía y la estabilidad monetaria, pero nos preocupa en la misma medida la falta de liquidez para solventar las necesidades básicas, penurias que sofocan frecuentemente la economía familiar.

Pude constatar lo anterior cuando en días pasados, asistí a una reunión de 600 mujeres cercanas al PAN convocadas para oír a Josefina, sus aspiraciones presidenciales, sus planteamientos y propuestas. Sin dificultad entraron en comunicación con ella a través de un discurso abierto, emotivo y sincero, dirigido directamente al corazón. Fue capaz en pocos minutos de despertar entusiasmo, de motivar, de incentivar la esperanza, de identificarse con cada una en sus necesidades, y los problemas de la vida cotidiana. Esta es la gran ventaja de Josefina en la contienda que se avecina y con la que cualquier otro candidato, empezando por Peña Nieto, no puede competir.

Otro activo de importancia en Josefina es la armonía y estabilidad que proyecta su vida familiar, la congruencia con la fe que profesa, la honestidad con la que se ha manejado en los cargos públicos que ha desempeñado, y el origen sencillo que comparte con la mayoría de los mexicanos, del que se enorgullece.

Pero falta por responder la segunda pregunta, ¿estamos preparados para que nos gobierne una mujer? Varios países nos han precedido en esta experiencia percibida como señal de modernidad, países tan distintos como Inglaterra, Chile, Nicaragua o la India y en la actualidad, latinoamericanos como Costa Rica, Brasil y Argentina, o europeos como Alemania. No es cuestión de género, ni las virtudes ni la inteligencia son prerrogativas exclusivas de un sexo, dependen de las capacidades y de las oportunidades de cada persona en particular.

Somos testigos de un capítulo nuevo en la política mexicana en el que el acceso a la información, a través de las redes sociales, proporcionará información privilegiada al ciudadano común, sacando a la luz realidades ocultas que la propaganda, por sí sola, no puede ocultar.